domingo, 18 de mayo de 2025

La muerte y el Entierro de Flavio Suero



SANTO DOMINGO-.Flavio Suero fue un joven luchador del Movimiento Popular Dominicano (MPD) asesinado en la escuela Republica de Colombia el jueves 20 de febrero del año 1969 en el primer gobierno de Balaguer

A la hora de su muerte el joven tenia 23 años apenas.

Para entonces yo tenia 21 años y estudiaba en la misma escuela donde lo balearon.

Aunque viviamos cerca, no eramos amigo de lucha, si conocia a Ana Maria su esposa, fue a traves de mi primo Carlos Grullón mejor conocido como El Chino que me enteré que Flavio era perseguido tenazmente por la policia.

La noche de ese asesinato, no hacia mucho rato que yo acababa de llegar a la escuela, eran como la siete de la noche de ese jueves 20, dos policia escolares se encontraban de servicio en la puerta de la Yolanda Guzman., de pronto me encontré con Motio un militante del MPD del ensanche Espaillat amigo mio ya que ambos viviamos en la calle interior I, entre la 8 y la 10. El vivia a unas cuantas casas mas adelante de la nuestra.

Despues de la muerte de Flavio Suero fue que me enteré que él vivia en un callejon que colindaba con la parte trasera de la iglesia Santo Cura de Ars del ensache Capotillo, al lado de la casucha que ocupaba con su familia, vivia una tia de la que hoy es mi esposa.

Recuerdo que la noche del crimen, un vehiculo militar  verde olivo pasó por el frente de la esuela y el conductor vociferó, hay alguien herido en el patio que da a la calle 33 Este.

En ese mismo momento el subdirector de la escuela de apellido Willian traia a cuesta al joven herido, estaba mal herido, todavia yo desconocia de quien se trataba.

Mi amigo y vecino Aridio nos apresuramos a ayudar al profesor,  en el pasillo nos encontramos con Ana Maria esposa del agraviado, ella era amiga de mi hermana, en ese momento se fue la energia electrica, como conociamos el camino salimos hasta la Yolanda Guzman con el herido en estado de gravedad, tomamos la Josefa Brea y luego la Ovando hasta el Hospital dotor Moscoso Puello, tanto Aridio como yo teniamos mancha de sangre en la camisa, despues de depositar al jover Suero en una camilla. el subdirector Willian dijo " vayance seguido", ustedes no imaginan quien era ese muchacho". Aridio y yo salimos presurados del area de emergencia del hospital,  tomamos la respaldo Doctor Bentances y llegamos sin tropiezos a nuestras casas, unos minutos despues anunciaban la muerte del dirigente del MPD Johnny Matías César Augusto ( Flavio) Contreras Suero.

Mi primo Carlos, esa misma noche me envió un mensaje con una amiga de ambos. Cuando llegó a la casa, la joven se quitó un zapato y me entregó un papelito " el entierro es mañana, no falte".

Como mi madre sabia que Chino su primo era un militante de izquierda me dijo: no quiero que te junte con el,  me lo dijo en varias ocasiones. Al otro dia ante de irse a lavar y planchar a la casa de Doña Aida Troncoso en el ensanche Ozama agregó algo que le quedo pendiente, ni tu ni tu hermana pueden sacar un pie de esta casa, y mucho menos cojer para el cementerio, ante de partir mi madre encargó a una vecina apodada Chichita para que nos vigilara.

Pero cuando se he joven uno no le teme a nada, es como si tuviera sangre de gallo entre las venas. Desde que Chichita se descuidó, mi hermana y yo salimos por la parte trasera a un callejon, frente a un burdel de una señora de nombre Tetén, alli nos esperaban varios amigos, con sigilo, todos  salimos a la calle seis, doblamos a la derecha hasta la 16, caminamos hasta la Diego Velazquez, alli habian cinco autobuses enviado por la UASD. Decenas de cascos negros ( policias) observanban, se veian nerviosos.

El viernes 21 de febrero, cerca de las diez de la mañana una multitud salia hacia el cementerio de la Maximo Gomes, Capotillo entero se habia desprendido darle el ultimo adios a Flavio Suero. Todos reclamabamos justicia por la muerte del lider universitario, mi hermana Antonia  se notaba orgullosa, iba al frente de la muchedumbre, ella y una joven apodada Ninina portaban la enseña tricolor, todos al unisono  coreabamos las notas del Hinno Nacional.

Seguido de cerca por los policias arribamos al cementerio,  todos agrupados entramos por la puerta que da a la Maria Montez, a pocos minutos de estar dentro del camposanto escuchamos un explosion, fue algo estruendoso, alguien gritó una bomba, en desvandada corrimos por doquier, mi prometida se desapareció delante de mis ojos, de mi hermana no supe hasta que llegué a la casa, todo era un caos, cada uno salia por donde podia, desde una tumba, vi a muchos de mis compañeros brincar por encima de la verja del cementerio, no se como lo hicieron. Cuando la situación se calmó empesamos a salir de dos en dos, yo no queria irme hasta no saber el paradero de mi novia, fue en ese momento que la sirena de una ambulancia nos obligó a entrar a una casa, era una pequeña libreria, ya la policia estaba revisando las casas, alli encontré a la que tiempo despues seria mi mujer.

Para salir de ese lugar, la dueña de la casa al parecer se apiadó de nosotros, era la mujer de un policia, la mujer me busco una camisa rosada de uno de sus hermanos, con la encomienda que se la devolviera cuando pudiera, asi lo hice. Una semana despues mi futura pareja y yo devolvimos la camisa que la señora me prestó.

*Hace poco se cumplieron 56 años del asesinato del dirigente del MPD Flavio Suero, hasta la fecha creo que ese caso es otro de los tantos que aun permanecen el olvido.

 

Por Ramón Sánchez (Vivencia)

 

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